"Y fue entonces que Nyarlathotep salió de Egipto. Quién era el, nadie podía decirlo, pero era de la antigua sangre nativa y se parecía a un Faraón. Los fellahin se arrodillaron cuando lo vieron, aunque no podían decir por qué. Dijo que se había levantado de la oscuridad de veintisiete siglos, y que había escuchado mensajes de lugares fuera de este planeta. A las tierras de la civilización llego Nyarlathotep, oscuro, delgado y siniestro, siempre comprando extraños instrumentos de vidrio y metal y combinándolos en instrumentos aún más extraños. Habló mucho de las ciencias - de la electricidad y la psicología - y dió exhibiciones de poder que dejaron sin habla a los espectadores,que aún así llevaron su fama a magnitudes excedentes. Los hombres se aconsejaban unos a otros para ver a Nyarlathotep, y se estremecían. Y a donde Nyarlathotep iba, el descanso se desvanecía; porque las pequeñas horas fueron llenadas por los gritos de una pesadilla."
- H.P. Lovecraft, "Nyarlathotep"
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